Carmen Conde
Poetisa española
Carmen Conde nació el 15 de agosto de 1907 en Cartagena.
Graduada en Magisterio, dejó sin terminar los estudios de Filosofía en la Universidad de Valencia.
A los quince años comenzó a publicar artículos en los periódicos.
Contrajo matrimonio con el poeta Antonio Oliver Belmás.
Autora de Júbilos (1934), Pasión del verbo (1944), Ansia de la gracia (1945), Mujer sin Edén (1947), Sea la luz (1947) y Derribado arcángel (1960). Escribió además algunas novelas: Vidas contra su espejo (1944), En manos del silencio (1950), Las oscuras raíces (1954) y, un año más tarde, Empezando la vida. Fue autora de las biografías de Menéndez Pidal (1969) y Gabriela Mistral (1971); en 1977 publicó Cita con la vida, y también es autora de una antología titulada Once grandes poetisas américo-hispanas (1967).
Fue la primera mujer que ingresó en la Real Academia Española (1978). En 1980 obtuvo, con la novela Soy la madre, el premio Ateneo de Sevilla, y en 1987 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.
En septiembre de 1992 redactó su testamento legando al Ayuntamiento de Cartagena la totalidad de su obra literaria y la de su marido.
Carmen Conde falleció el 8 de enero de 1996 en un centro geriátrico de Madrid a causa del mal de Alzheimer.
Obras
Brocal
Júbilos
Ansia de la gracia
Noche oscura del cuerpo
Mi fin en el viento
Sea la luz
Mientras los hombres mueren
En un mundo de fugitivos
Derribado arcángel
Canciones de nana y desvelo
Antología poética
Cráter
Brocal y poemas a María
Al encuentro de Santa Teresa
Júbilos
Memoria puesta en olvido
Mujer sin Edén
La noche oscura del tiempo
Del obligado dolor
Once grandes poetisas américo-hispanas
Palabra tuya..., una. Ansia de la gracia
Soy la madre
Creció espesa la yerba
Nada más que Caín
Sostenido ensueño
El Arcángel
Humanas escrituras
A este lado de la eternidad
Cita con la vida
Días por la tierra
Llamando al hijo
Cuando tu me llamas
todos los pájaros cantan;
la mar y sus caracolas
al corazon lo levantan.
Cuando tú me llamas
el cuerpo se sobresalta:
que es un romero sin sed
y no necesita el agua.
Cuando tú no me llamas
la vida se me desgana.
Se convierte en un erial
que ya no produce nada.
